wake up my child, hope is here

14.7.10

sculs ar prillons

Si voy al colegio, es para entrar, decirle presente a Richard, boludear por los suburbios de arriba llamados pasillos, entrar nuevamente al aula cuando llegue el profesor correspondiente al primer módulo. Sentarme alado de Agustina , adelante de Julián, y atrás de Nati, u otros días, alado de Nati, atrás de Carlos y adelante de Rocío, pensaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaar mucho sobre cosas de la vida (si es una clase de Balat directamente duermo), robarle comida a Carlos, o insultar a Ro y a Agus con Nati, o preguntarle a Rocío Cenizo que mierda hay que hacer porque no escuché, hacer dibujitos al margen de las hojas, hacer dibujos muy grandes imitando a Pokemón si meché antes de entrar. Al marcar las agujas del reloj las 14.40 (un toque antes si no estoy con Piris) salir del aula cual bebé de una vagina. Ir al sector fisura a saludar a Moni, fumar y socializar con otra gente del sector. Subir las escaleras nuevamente a las 15.00, quedarme por ahí otros quince minutos más, si es que no tengo con Piris porque el señor se enoja mucho si llegas tarde. Hacer todo lo que hice en el primer módulo. Salir a las 16.15 tal cual como en el primer recreo, lo mismo. Pero siempre y cuando con una escapadita al aula de tercero que esta enfrente a saludar y molestar a mis ex-compañeros. Que el tercer módulo sea igual a los otros pero totalmente inaguantable. Y después de toooodo un día igual, pero diferente, no entras jamás en la séptima. PERO SIN EMBARGO no entro y me quedo haciendo cosas por ahí. Hoy llegué a las quince faltas, me tendrán que reincorporar, sí, a tres días del reseso de invierno.
Mal ahí.